EL ARTE DE MOSTRAR LAS CARENCIAS
El ruido de las elecciones generales y la falta de tiempo hicieron que aparcara el blog, y cuando no aparecían motivos para ponerlo de nuevo en funcionamiento llega, de nuevo, el Presidente, Don Paulino Rivero, a facilitar las cosas.
Como se sabe por estas latitudes, los precios de los alimentos están altísimos, lo que ha provocado no sólo declaraciones y exigencias para buscar soluciones, sino que la gente se ha llegado a manifestar por las calles en protesta por estos abusos. El paradigma de este exceso está en Lanzarote, donde se registran, seguramente, las mayores diferencias de precios en todas las islas, que ya son mayores que en la Península.
Pues bien, después de muchos meses en los que los vecinos no han tenido dinero suficiente para comer, el Sr. Presidente del Gobierno de Canarias ha decidido hacer algo al respecto y lo que se le ha ocurrido es subvencionar al cien por cien, con dinero público, claro, el transporte de alimentos desde las islas capitalinas a las otras. Luego, después del verano, se hará un análisis de la eficacia de la medida, y si los precios siguen altos habrá que pensar en otras explicaciones a la carestía de los alimentos, como pudiera ser la especulación o la falta de competencia del sector.
Yo me pregunto qué hemos hecho para merecernos esto. Si el Sr. Presidente no es capaz de tener ya un análisis fiable y preciso de un tema tan concreto y acotado, para luego poner en práctica medidas que palien este atropello a la estabilidad vital de las personas, cómo vamos a pretender que haga frente a otras cuestiones más complejas como pudieran ser el drama de la educación o el déficit sanitario. Quizá no es que sea torpeza, o incapacidad; quizá sea que va contra sus principios intervenir en el libre mercado.
En cualquier caso, lo cierto es que vamos a probar pagando varios millones de euros a la subvención del transporte, la variable recurrente, y luego veremos si hay que hacer otras cosas. Y si éstas tampoco dan resultado, pensaremos otras, ¿no?
Cuanta diferencia, Sr. Rivero, respecto a cuando se tienen que dar soluciones y cuando se exigen soluciones. … “y el gobierno trabajando”¿?, como dice con tanta frecuencia. Cuanta diferencia hasta en el tono, no sólo en los escasos contenidos, entre las bramadas diarias que le aguantamos antes de las elecciones exigiendo que el Gobierno de España solucione el problema de la inmigración, por ejemplo, y esta actitud, incalificable, de no saber si quiera el porqué de los precios tan altos.
Como se sabe por estas latitudes, los precios de los alimentos están altísimos, lo que ha provocado no sólo declaraciones y exigencias para buscar soluciones, sino que la gente se ha llegado a manifestar por las calles en protesta por estos abusos. El paradigma de este exceso está en Lanzarote, donde se registran, seguramente, las mayores diferencias de precios en todas las islas, que ya son mayores que en la Península.
Pues bien, después de muchos meses en los que los vecinos no han tenido dinero suficiente para comer, el Sr. Presidente del Gobierno de Canarias ha decidido hacer algo al respecto y lo que se le ha ocurrido es subvencionar al cien por cien, con dinero público, claro, el transporte de alimentos desde las islas capitalinas a las otras. Luego, después del verano, se hará un análisis de la eficacia de la medida, y si los precios siguen altos habrá que pensar en otras explicaciones a la carestía de los alimentos, como pudiera ser la especulación o la falta de competencia del sector.
Yo me pregunto qué hemos hecho para merecernos esto. Si el Sr. Presidente no es capaz de tener ya un análisis fiable y preciso de un tema tan concreto y acotado, para luego poner en práctica medidas que palien este atropello a la estabilidad vital de las personas, cómo vamos a pretender que haga frente a otras cuestiones más complejas como pudieran ser el drama de la educación o el déficit sanitario. Quizá no es que sea torpeza, o incapacidad; quizá sea que va contra sus principios intervenir en el libre mercado.
En cualquier caso, lo cierto es que vamos a probar pagando varios millones de euros a la subvención del transporte, la variable recurrente, y luego veremos si hay que hacer otras cosas. Y si éstas tampoco dan resultado, pensaremos otras, ¿no?
Cuanta diferencia, Sr. Rivero, respecto a cuando se tienen que dar soluciones y cuando se exigen soluciones. … “y el gobierno trabajando”¿?, como dice con tanta frecuencia. Cuanta diferencia hasta en el tono, no sólo en los escasos contenidos, entre las bramadas diarias que le aguantamos antes de las elecciones exigiendo que el Gobierno de España solucione el problema de la inmigración, por ejemplo, y esta actitud, incalificable, de no saber si quiera el porqué de los precios tan altos.
Quizá, la mejor solución es que nos haga un favor a todos…
Etiquetas: Paulino Rivero, Precios
1 Comments:
Muchas felicidades por el blog. Tus motivos, sean cuales sean, son razón suficiente para expresarte y poder hacerlo libremente. Vamos a ver si esta "libertad dura".
Mucho ánimo. Un saludo.
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