OTRA DIGNA DE UN PROFESIONAL

Ser hoy político profesional es demostrar que se tiene una cara tan dura que está a prueba de cualquier verdad. Pero la cara es mucho más dura si el político lleva ejerciendo la profesión unos veinte años, su partido lleva gobernando aproximadamente el mismo tiempo, y ahora, en campaña, hace ofertas “imposibles de rechazar”.
Este es el caso del candidato de Coalición Canaria (¿o Colisión Canaria?) al gobierno autónomo. Ofrece “subvencionar los incrementos en los tipos de interés hipotecarios a aquellas familias con una renta inferior a los 30.000 euros anuales”. Claro, no dice que se vaya a emplear a fondo contra la corrupción urbanística, ni que no llevará en sus listas a personas imputadas en delitos y corruptelas varias, sino que va a subvencionar para hacerse con una clientela de votos fija a costa de los impuestos de todos. ¡Este tío es la leche!
Luego empeñó su palabra para que todos los canarios disfruten de las mismas oportunidades para acceder al mercado laboral y pidió a todos los agentes sociales que intervienen en la gestión educativa a realizar “una reflexión profunda para saber hacia donde queremos dirigir nuestro sistema educativo”. Lo dicho, esto es de locos. Estos señores llevan instalados en el Gobierno autónomo décadas, con todas las competencias asumidas en materia educativa y aún no se ha enterado hacia donde se debe dirigir el sistema educativo.
Bueno, esto último es comprensible, porque no se puede estar en todo. Ser diputado nacional, presidente de comisiones parlamentarias, alcalde, secretario general, y no se cuantas cosas más, es ya ocupación suficiente como para encima exigirle que sepa que su Gobierno autónomo es el responsable de que el alumnado de esta comunidad siga ofreciendo, año tras año, los mayores índices de fracaso escolar de todo el Estado y de toda la Comunidad Europea.
Y todo ello a pesar de la insistencia de este Gobierno autónomo por poner en práctica tres “proyectos fundamentales” para la vida académica de nuestros chicos y chicas:
1º.- Ha profundizado bastante en la línea de viajes para los responsables políticos y allegados por toda Europa, hasta los lugares más recónditos. La pena es que en los centros educativos no sepamos nada de esos “trabajos”, de esos contactos con las experiencias educativas en otros países en los que el éxito educativo goza de prestigio internacional, como Lituania.
2º.- El Gobierno autónomo ha continuado sus esfuerzos por demostrar que cada alumno/a residente en esta comunidad está en una lista de clase de cualquier centro docente. A partir de ahí se desentiende, no hay más problemas, y si los hay, que los resuelvan sólo los docentes.
3º.- La gran mayoría de los docentes de esta Comunidad son unos escaqueados, por eso tenemos que reducirles los márgenes de tiempo libre centralizando toda la información, los datos y las decisiones. Así, este Gobierno autónomo pasa de la autonomía de los centros educativos y no se cree que las prácticas de laboratorios, los refuerzos y apoyos, o la atención al alumnado con muchas carencias sean necesarios. Si dejan horas al profesorado para ello, se dedicarán a gandulear y eso no lo puede permitir “un buen gestor”.
Por todo, es más “rentable” comprometer el dinero a pagarle el incremento de las hipotecas a “los nuevos estómagos agradecidos”, y a los viajes “de trabajo” de politiquitos y cia., que enterarse por donde vamos en materia educativa y actuar con firmeza.