ZONA DE TRANSGRESIÓN

Un espacio en el que opinar con total libertad, en ocasiones con cierta ironía, pero con respeto.

25 noviembre, 2006

CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

Mujer maltratada de Costa Rica, que deambula por las calles tras abandonar su hogar.

Como cada veinticinco de Noviembre, hoy se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, porque ésta continúa siendo una lacra social en todo el planeta.
Toda situación de violencia es especialmente desagradable, pero ésta lo es mucho más porque es la continuación de un hecho discriminatorio para la mujer con el que se encuentra como herencia histórica, que luego se une a la condición física. De modo que la mujer es quien más sufre la violencia machista porque tradicionalmente ha dependido del hombre para poder vivir, lo que lo obliga a soportar malos tratos, porque el hombre suele ser más fuerte físicamente y porque ella se suele mostrar más inteligente.
Junto a ellas, que son la principales sufridoras de esta conducta, se encuentran los hijos/as, que se convierten así en seres abocados a tener una infancia marcada por la violencia del padre. Ello, además del sufrimiento diario al que están sometidos, les perjudica en todos los aspectos de su vida, incluido su bajo rendimiento escolar y su baja autoestima; además, les convierte en candidatos a seguir esa dinámica de malos tratos, tanto si es niña como si es niño. Ambos copiarán el papel que ven desempeñar a los mayores, de modo que es habitual ver chicos adolescentes que ya maltratan a sus madres y maltratarán a sus parejas, continuando así al “tradición”; mientras que las chicas consentirán malos tratos de sus hermanos y parejas, reproduciendo el rol que jugó su madre y dando las mismas explicaciones que ésta daba.
Por eso, todas las campañas dirigidas a concienciar a la ciudadanía para que se acabe de una vez con todas estas muertes, insisten en dos aspectos fundamentales para la mujer: que no permita ni una sola actitud violenta, ni verbal ni física, por parte de su pareja, y que denuncie al violento sin miedo alguno. Eso es lo que han hecho más de cien mil mujeres este año, lo que posibilita que la Ley Integral contra la Violencia de Género se active y le haga llegar a la agredida todas las medidas que esta sociedad pone a su disposición, aprobadas por unanimidad en el Parlamento hace dos años.
Otro aspecto importante para solucionar la violencia machista es asumir que éste no es un asunto privado de agresor y agredida, por lo que se anima a sus familiares, vecinos, amigos, etc., para que respalden a la víctima y le aconsejen que presente la denuncia pertinente.
El otro frente en el que hay que trabajar bastante es el educativo, tanto en el ámbito familiar como en el escolar, desterrando para siempre esos comentarios jocosos y actitudes desafortunadas que refuerzan la creencia en el niño de que es superior a la niña; es más, como él pronto ve que no es así, se sentirá contrariado por los hechos objetivos y reaccionará violentamente ante su inferioridad. Así que, con este tema, ninguna broma ni chiste.
Por lo que a los agresores se refiere, todo parece indicar que muchos de éstos son personas frustradas, tanto en sus vidas laborales como en las afectivas; por eso, suelen descargar en sus parejas estas frustraciones y luego acaban suicidándose. Aunque debemos diferenciar entre los psicópatas, personas que no se vinculan sentimentalmente con las víctimas, y los dependientes, que necesitan a la víctima para darle sentido a su vida, es por eso que cuando la matan terminan suicidándose.
Lo que parece evidente es que prevenir, atajar, solucionar, este problema no sólo es urgente para la mujer, sino también para el hombre, sus hijos/as y la sociedad en general.