ZONA DE TRANSGRESIÓN

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26 noviembre, 2006

FRAGIL TREGUA, PERO TREGUA



La mejor noticia del día llega, por fin, desde Oriente Medio: a las cinco de la mañana ha entrado en vigor el alto el fuego pactado entre la Autoridad Nacional Palestina y el Gobierno Israelí. Aunque este problema está muy complicado y no resultará fácil resolverlo, ésta es una muy buena noticia, sobre todo si la comparamos con todas las que nos llegan cada día, de muertes, atentados y destrucción.
El pasado martes declaraba el ex ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Israel, y ex embajador en España, Shlomo Ben Ami, que la propuesta de paz para Oriente Próximo impulsada por el Ejecutivo de Zapatero indica el "buen camino" hacia la resolución del conflicto árabe-israelí, pero puntualizó que para que tenga éxito debe buscar la coordinación con Estados Unidos, porque Europa sola no tiene suficiente peso en la zona.
Por otra parte, el impulsor por parte israelí de los Acuerdos de paz de Oslo y de la Iniciativa de Ginebra, Yosi Beilin, ha pedido a la Unión Europea que acepte el plan de paz propuesto por el presidente Zapatero; que plantea el cese inmediato de la violencia, la formación de un gobierno de unidad nacional palestino, un intercambio de prisioneros y el despliegue de una fuerza internacional en Gaza. Beilin declaró que la propuesta de Zapatero es "muy importante" porque aboga por un alto el fuego y por una fuerza internacional para Gaza: "Sin un alto el fuego ahora mismo no se puede avanzar", dijo.
Zapatero presentará su iniciativa, que cuenta con el apoyo de Francia, Italia y los palestinos, en el próximo Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión que se celebrará en diciembre en Bruselas.
La iniciativa del alto el fuego partió de las facciones palestinas, y el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, la comunicó por teléfono al primer ministro israelí, Ehud Olmert, quien la aceptó casi de inmediato.
Por este acuerdo, la parte palestina se compromete a "cesar toda actividad violenta, inclusive lanzar cohetes, cavar túneles en la frontera entre Gaza y Egipto y mandar terroristas suicidas", e Israel a suspender sus actividades en Gaza y a retirarse de la franja.
El acuerdo se produce cuando las partes están negociando la liberación del soldado Guilad Shalit, capturado el veinticinco de junio pasado por milicias palestinas en la frontera con Gaza, a cambio de la puesta en libertad de palestinos presos en Israel, y en un momento en que asesores de Olmert y Abbas preparan una reunión entre ambos.
Según el Centro Palestino para los Derechos Humanos, desde que empezó la actual campaña israelí, a raíz del rapto de Shalit, 518 palestinos han muerto en operaciones del Ejército israelí, por lo que es la propia ANP la más interesada en el éxito del acuerdo. A pesar de todo, es evidente que el problema tiene difícil solución; sólo basta con comprobar la cantidad de grupos armados que operan en territorio palestino, a los que será muy difícil poner de acuerdo para tratar de que no violen este acuerdo.
Consciente de esta realidad, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo hoy que su Gobierno debe mostrar "mesura y paciencia" frente a las violaciones del alto el fuego acordado con la Autoridad Nacional Palestina.
La noticia está en primera plana de todos los medios de comunicación internacionales y en la mayoría de los nacionales; en los otros, los amplificadores de la AVT, cada día más descaradamente politizada, distorsionan e impiden escuchar y analizar con objetividad y claridad.