ZONA DE TRANSGRESIÓN

Un espacio en el que opinar con total libertad, en ocasiones con cierta ironía, pero con respeto.

29 noviembre, 2006

¡JODER, QUÉ TROPA!

Por fin ayer presentó Doña Esperanza Aguirre su biografía. Como estaba previsto, a la misma no asistió el Sr. Gallardón, ni otros distinguidos dirigentes del partido. Sí asistió su Presidente, el Sr. Rajoy, que se vio obligado a recurrir a la ironía para procurar lesionar lo menos posible su imagen y la de los suyos, justo unos cuantos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas.
En concreto, éste es el pasaje de su discurso que mejor refleja su tono de anoche, cuando explica cómo la noticia de la publicación del libro lo sacó de la rutina diaria: “Yo estaba entonces en mi despacho del Congreso de los Diputados. Confieso que me dominó la perplejidad. Salí por la puerta, algo aturullado, y casi me rompo la nariz. Choqué con el Conde de Romanones, lo tengo enfrente, pegado a una pared y colgado del techo, como a otros presidentes que lo fueron del Congreso, y les juro que me acordé de aquello de 'joder, qué tropa'”.
Y no es para menos, ¡qué tropa! Como es bien sabido, el libro ha levantado todo tipo de polémicas, desde el sueldo de Doña Esperanza, sus continuas desavenencias con el Sr. Alcalde, hasta diversas confesiones como la que hace sobre el 'Tamayazo':
"La primera (faena) fue cuando nos enteramos de que la noche anterior al 10 de junio, él ya sabía lo que iba a pasar y no nos dijo absolutamente nada. Luego, se levantó y se marchó cuando habló Tamayo.
Alberto tenía que haber dejado a Luis Eduardo Cortés de presidente en funciones de la Comunidad pero le cesó (...) La Ley prohíbe terminantemente que el presidente de la Comunidad (...) tenga otro cargo, pero como él era Dios, se mandó hacer un informe «ad hoc» (...) Sin duda lo hizo para fastidiarme a mí".
Recordemos que Doña Esperanza es Presidenta porque hubo que repetir las elecciones a la Comunidad de Madrid porque dos tránsfugas del PSOE se ausentaron en la votación de investidura del candidato Sr. Simancas, hecho al que hace referencia el libro presentado.
En el mismo discurso, el Sr. Rajoy mantuvo tres axiomas que le ayudan bastante a la hora de tomar una decisión:
1ª.- “Defender el interés general. Es decir, el del común de los españoles. Es una buena referencia para tomar decisiones cuando hay que hacerlo y tienes dudas”. 2ª.- “Distinguir entre personas. Esto no es baladí”.
3ª.- “Decir la verdad, o al menos no decir lo que no es verdad”.
Pues… no le creo, igual que no le creo otras muchas afirmaciones que ha hecho. No creo que todas las decisiones las tome pensando en le interés común de los españoles, porque muchas estarán tomadas, lo digo en su favor, por estar sometido a presiones que van contra el interés general. (¿Cuántas veces ha declarado que su partido gira al centro político, donde parece que está el Sr. Gallardón?, y ¿cuántas veces ha dicho que su partido mira ya hacia el futuro? Y sin embargo…)
No creo que el Sr. Rajoy se esfuerce por distinguir entre personas, porque hay que ver quienes le acompañan en este intento de gobernar España, tanto los que aspiran a formar gobierno, con él en la Presidencia, como los que tiene en la “nómina” del partido colocados en toda la geografía nacional. Y es que no ganaron en el País Vasco ni en Galicia, en Cataluña no cuentan; en la Comunidad Valencia y Murcia, donde sí gobiernan, no paran de salir en los medios de comunicación casos relacionados con la corrupción urbanística, como el más reciente de las Islas Baleares; lo mismo que sucede en Gran Canaria, con el caso Faycán o el tema de Sata Brígida, por citar algunos ejemplos. Y eso que el PP siempre ha hecho gala de una gestión impecable y de una transparencia inigualable. Y ahora…
Por último, tampoco creo que se esfuerce por no decir lo que no es verdad, más bien lo contrario. Espero que le suponga un gran esfuerzo tener que llevar al terreno de la confrontación política los temas que cada día trae, como es el recurrente tema del terrorismo, que en esta legislatura utiliza para el control parlamentario del Gobierno, haciendo gala de una elevada carencia de sentido de Estado. Al mismo tiempo, tampoco es cierto que expulse del partido a todas las personas que están implicadas en casos de corrupción, y mira que hay; y no sólo los conocidos en los últimos meses.
Y es que como el propio Sr. Rajoy dice: "Hace algunos años, descubrí algo que me produjo una cierta perplejidad. Me di cuenta de que no conocía a nadie que fuera menos inteligente que yo. Este hallazgo tuvo lugar coincidiendo con los primeros meses de mi vida en Madrid, adonde yo había llegado desde un pequeño lugar en el lejano noroeste español. Lo malo es que desde entonces no he cambiado de opinión”. Y mira que ha conocido gente el Sr. Rajoy, y a quienes mejor debe conocer es a los de su propio partido, ¿no?