Education for Citizenship and Human Rights
La asignatura “Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos” ha nacido con muchos problemas, muy debilitada, y acabará por desaparecer. Los motivos que a mi juicio han determinado este hecho son:
1º.- Hacer de la educación campo de batalla política hace que ese derecho fundamental de las personas termine deteriorado, adulterado, desplazado de la condición de derecho a instrumento arrojadizo. Pero si algo del sistema educativo ha salido deteriorado en los enfrentamientos ha sido esta asignatura, que ha fomentado enfrentamientos entre determinados alumnos y el profesorado. Son alumnos que no objetan esa materia, pero que usan el tema que está en los medios cada día para generar enfrentamientos continuos con el profesorado. Probablemente nadie de los que andan arrojándose la asignatura en público piense en ello, o si piensan, lo mismo da. Como el profesorado no tenía suficientes problemas en las aulas de Secundaria Obligatoria, le han añadido otro más.
2º.- La tibieza que el Gobierno ha tenido con el tema también está siendo un problema, porque toda la carga horaria de esta materia se traduce a una hora semanal. Cualquiera que esté cercano al sistema educativo sabe bien que viendo al alumnado sólo una hora a la semana es imposible conseguir algo con ellos: ni bueno ni malo.
3º.- El profesorado que la imparte forma parte de una gama tan amplia: son del primer ciclo y/o del segundo, de Ciencias Sociales y/o de Filosofía, etc., que ahí puede pasar cualquier cosa.
4º.- El esperpento de Valencia, jugando a ser más chulo que nadie y derrochando el dinero de los contribuyentes, que se lo toleran: al poner a dos profesores por aula, el especialista y el traductor al inglés, y movilizando a la Inspección Educativa por si alguien no cumple, entre otros asuntos.
5º.- Las declaraciones menos incendiarias pero que invitan a no cumplir las vigentes leyes y que, al contrario, se muestran intolerantes cuando los adversarios políticos parecen no cumplir alguna ley en las Comunidades que gobiernan; o que fomentan la objeción a esa materia.
Así las cosas, es una materia con muchos problemas, poco determinante para la vida del alumnado y con pocas expectativas de futuro.
1º.- Hacer de la educación campo de batalla política hace que ese derecho fundamental de las personas termine deteriorado, adulterado, desplazado de la condición de derecho a instrumento arrojadizo. Pero si algo del sistema educativo ha salido deteriorado en los enfrentamientos ha sido esta asignatura, que ha fomentado enfrentamientos entre determinados alumnos y el profesorado. Son alumnos que no objetan esa materia, pero que usan el tema que está en los medios cada día para generar enfrentamientos continuos con el profesorado. Probablemente nadie de los que andan arrojándose la asignatura en público piense en ello, o si piensan, lo mismo da. Como el profesorado no tenía suficientes problemas en las aulas de Secundaria Obligatoria, le han añadido otro más.
2º.- La tibieza que el Gobierno ha tenido con el tema también está siendo un problema, porque toda la carga horaria de esta materia se traduce a una hora semanal. Cualquiera que esté cercano al sistema educativo sabe bien que viendo al alumnado sólo una hora a la semana es imposible conseguir algo con ellos: ni bueno ni malo.
3º.- El profesorado que la imparte forma parte de una gama tan amplia: son del primer ciclo y/o del segundo, de Ciencias Sociales y/o de Filosofía, etc., que ahí puede pasar cualquier cosa.
4º.- El esperpento de Valencia, jugando a ser más chulo que nadie y derrochando el dinero de los contribuyentes, que se lo toleran: al poner a dos profesores por aula, el especialista y el traductor al inglés, y movilizando a la Inspección Educativa por si alguien no cumple, entre otros asuntos.
5º.- Las declaraciones menos incendiarias pero que invitan a no cumplir las vigentes leyes y que, al contrario, se muestran intolerantes cuando los adversarios políticos parecen no cumplir alguna ley en las Comunidades que gobiernan; o que fomentan la objeción a esa materia.
Así las cosas, es una materia con muchos problemas, poco determinante para la vida del alumnado y con pocas expectativas de futuro.
Etiquetas: Ciudadanía, Educación
1 Comments:
Primero, el derroche de dinero de los contribuyentes.
Segundo, el ruido que el alumnado recibe, cuando la educación se politiza, se le llama adoctrinamiento, el adoctrinamiento ni en épocas de guerra sirve.
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