CONTINÚA EL RUIDO POLÍTICO DE LA BOMBA
El estruendo de la bomba de Barajas en la información que dan los medios parece que va desapareciendo, al menos hasta que el Ministro del Interior inicie la ronda de contactos con todos los partidos democráticos para definir una estrategia común ante el terrorismo etarra, que luego el Presidente llevará al Congreso.
Sin embargo, ha habido hoy tres cosas en relación con este problema que llaman mi atención:
1ª.- Las encuestas que hoy se publican. Dos diarios conservadores, empeñados en hacerle el juego al partido político de la misma tendencia, se empeñan en utilizar el problema del terrorismo para sacar beneficio político. Por ello, publican hoy sendas encuestas en las que el Presidente no sale bien parado. Desconozco si eso se ha hecho alguna vez, no se si después de un atentado terrorista con víctimas mortales se ha salido a la calle a preguntar a la gente por la gestión que el Presidente del Gobierno ha hecho del atentado y las actuaciones previas y posteriores. Yo lo encuadro dentro de la misma estrategia que estos “patriotas” mantienen para acabar con este Gobierno aunque sea a costa del problema del terrorismo.
2ª.- Mantener las mismas tesis que se tenían antes del atentado, en contra de la decisión del Gobierno y del Congreso, se hace cada día más difícil, pero sigue siendo necesaria para continuar con la estrategia mencionada en el punto anterior. Por ello, los columnistas rayan ya el absurdo y el ridículo, bajo mi punto de vista, cuando se atreven a enumerar los errores que ha cometido el Gobierno en este proceso. Éstos dan a entender a la opinión pública que es el Presidente el que, unipersonalmente, analiza la información y decide, cuando saben bien estos expertos en la polémica que descalificar públicamente la labor del Gobierno en este terreno de la lucha contra el terrorismo es, no ya un acto de enorme irresponsabilidad política, sino extender la descalificación a todos los servicios y equipos humanos que desde hace muchos años está luchando, arriesgando incluso la vida, para acabar con la violencia terrorista.
Como ejemplo haré referencia a la columna que Don Ignacio Camacho publica hoy en el diario ABC. En primer lugar creo que malinterpreta intencionadamente lo de “el poder no me va a cambiar”, porque ya el Presidente ha cambiado la sonrisa por un gesto de rabia y arrogancia. En fin, no se si el Sr. Camacho esperaba que el Presidente saliera a hablar de este atentado con una sonrisa en la boca, para poder así criticarlo más, que fuera mucho más contundente, para llamarle arrogante con más determinación, o que fuera más suave, para así poder seguir diciéndole que es un cobarde. Para éstos, lo importante es criticar la gestión, da igual si por una cosa o por su contraria.
En cuanto a los errores cometidos por el Presidente, intento resumirlos: 1.- Confiar en ETA, 2.- Dejar fuera al PP, 3.- Acceder a la negociación política inicialmente, 4.- Hacer la vista gorda ante los incumplimientos de la tregua, 5.- Sobrevalorar la interlocución de Josu Ternera, 6.- Minimizar los indicios de rearme terrorista, y 7.- Titubear tras el atentado del día 30. Todos estos errores se pueden resumir en dos: ceder la iniciativa a ETA y dar la espalda a medio país que no creía en el “proceso”.
¿Este es un país de locos, o qué? ¿Dónde quedan todos aquellos disparates políticos que el Gobierno estaba cometiendo, cesiones, rendiciones, entrega del Estado de Derecho, etc., con los que se ha estado deteriorando la labor del Gobierno? ¡Qué ridículo más espantoso venir ahora con este listado de “errores”!
3ª.- El “octavo error” cometido por el Presidente del Gobierno en este intento fallido de poner fin a los actos terroristas sin pagar precio político por ello lo ha detectado el Sr. Rajoy. Por eso, ha denunciado que el Gobierno de Don José Luis Rodríguez Zapatero "permitió a ETA creer que iba a obtener un pago político" y, además, "ha hecho de Batasuna un partido legal de facto".
¿Ahora resulta que el Presidente trató de engañar a los terroristas, o qué? O sea, que los terroristas y los conservadores pensaban lo mismo, que se iba a pagar un precio político. Pues bien, ambos dos tuvieron muchísimas oportunidades para salir de esta errónea apreciación, tanto por las intervenciones que los miembros del Gobierno hicieron durante muchos meses, insistiendo en que no se pagaría precio político, como por las respuestas que el Gobierno daba en sede parlamentaria a preguntas de los conservadores.
En cuanto a Batasuna, quienes le siguen dando el estatus de partido político legal de facto son quienes están continuamente comentando las apariciones públicas de los que la formaban: los políticos conservadores y los medios de comunicación, no los contactos que el PSE ha tenido con ellos.
En esta entrevista con El Periódico de Catalunya recogida por Efe, el Sr. Rajoy ha dicho que si se hubiese contado con el PP en este proceso "se habría dejado claro a ETA que no iba a obtener un pago político por dejar de matar".
¿Pero es que al PP no lo dejaron participar en este proceso? ¿Quién rompió toda relación con el Gobierno, en sede parlamentaria, por las ignominias políticas que el Gobierno estaba cometiendo?
Señores…
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