ZONA DE TRANSGRESIÓN

Un espacio en el que opinar con total libertad, en ocasiones con cierta ironía, pero con respeto.

19 enero, 2007

EL PARTIDO POPULAR NO RECTIFICA SU POLÍTICA



El pasado miércoles publicó el diario El Mundo un artículo de Victoria Prego titulado “Zapatero ganó el debate, según la mayoría”, donde comentaba la encuesta que Sigma Dos hizo para sondear en la opinión pública los efectos del debate que sobre política antiterrorista había tenido lugar en el Congreso el lunes anterior. El titular es esclarecedor de por sí.
Hoy se publica un nuevo sondeo de la Cadena Ser asegurando que la diferencia entre los dos partidos mayoritarios se vuelve a situar en seis puntos favorables al PSOE, que obtendría el 44% de los votos si hoy se celebraran elecciones. Sin embargo, dos datos son aún más relevantes: la gestión del Sr. Rajoy sólo la aprueba el 32% de los encuestados, frente al 52% que aprueba la gestión del Presidente, y, en segundo lugar, eso se refleja en la nota que dan los encuestados a ambos líderes por el debate, El Sr. Rajoy suspende de nuevo con una nota de 3,8, frente al Sr. Rodríguez Zapatero que obtiene un 5,2.
Así las cosas, parece que la perrerías dialécticas a las que el Partido Popular ha sometido a esta sociedad, y muy especialmente al Presidente del Gobierno se han convertido en un violento boomerang que ha alcanzado al líder del PP, y a todo el partido, en su línea de flotación, y cuyos daños seguirán aumentando. Pero, por paradójico que pueda parecer, lejos de rectificar, los populares parecen empeñarse en el error, puesto que su Secretario General ha anunciado que piensan presentar mociones en todos los parlamentos autonómicos y ayuntamientos en relación a la política antiterrorista. De seguir así las cosas, en el PSOE estarán frotándose las manos.
Esto no hace sino confirmar el fraude social al que nos hemos visto sometidos con los señores del Partido Popular, que siempre se habían esforzado por ofrecer a la ciudadanía una imagen de seriedad, rigor, sentido de Estado, honradez en la gestión, etc., y resulta que cada día que pasa no hacen sino decepcionarnos más.
Hoy, confirmando este fraude social, nos hemos levantado con la noticia de que el alcalde de la localidad malagueña de Alhaurín el Grande, Juan Martín Serón, del PP, había sido detenido por presunta corrupción urbanística. Cuando hemos visto las imágenes, el Sr. Martín, al pasar próximo a las cámaras de los periodistas, elevó el tono de voz para decir que no venían a por él, sino que venían a por el Partido Popular.
El hecho me recordó, sólo por su semejanza, a tantos momentos vividos cuando los violentos son detenidos por la policía, que también comienzan a vociferar sus consignas, mientras el coro de animadores procura insuflar ánimos al detenido.
Por otro lado, y siguiendo con el asunto de la corrupción, hemos sabido también que el “ex alcalde de Andratx Eugenio Hidalgo (PP), detenido e imputado por siete delitos distintos relacionados con la corrupción urbanística, y en libertad bajo fianza tras pasar 17 días en prisión, efectuó al menos siete operaciones urbanísticas con empresarios inmobiliarios en su propio municipio "prevaliéndose de su cargo", según el relato elaborado por el ministerio fiscal”, informó el diario El País.
Así, avanza la legislatura y el Partido Popular se muestra ante la inmensa mayoría de la sociedad como un partido radical, crispador, agresivo en la dialéctica y en las formas, que apenas ha aportado nada en esta legislatura, salvo sumarse a algunos consensos propuestos por el Gobierno (por ejemplo, la gran mayoría de los estatutos de autonomía, el Consejo de TVE, la ley de dependencia, etc.), y que está muy afectado por los asuntos de corrupción, a pesar de que se atrevieron a decir que la corrupción no les afectaba a ellos.
Ante el fracaso que se les avecina, los volveremos oír hablar de un nuevo viaje al centro social y político, por enésima vez, pero ese tránsito ya parece imposible, puesto que es políticamente incompatible con los más profundos valores de sus más influyentes directivos. Aunque es evidente que cada vez que se alejan de ese centro político, los ciudadanos se lo reprochan en su intención de voto que se manifiesta en las encuestas, el acercamiento al centro no se dará jamás, a menos que haya una profunda renovación en los cargos del partido y en la estrategia política.