SIN DISIMULO
Las manifestaciones convocadas para mañana siguen siendo motivo de polémica en la vida política. El Lehendakari, que es el responsable de la manifestación convocada en Bilabao, ha aceptado corregir el lema para dejar claro que se van a manifestar contra la violencia terrorista. Ello obliga a la ilegalizada Batasuna, que ayer dijo que asistiría con el anterior lema, a volver a pronunciarse sobre su asistencia a dicha manifestación con el nuevo lema.
Así, la polémica continuará hasta el momento en que arranque la manifestación de Bilbao, puesto que el PSE, que comunicó que no asistiría una vez que lo ilegales convocaban a sus simpatizantes a dicha manifestación, se muestran dispuestos a no compartir la calle con quienes no condenan el terrorismo. En la misma línea se ha manifestado el Lehendakari, quien se ha dirigido a los ilegales para advertirles de que si no están dispuestos a condenar la violencia terrorista, entonces es mejor que se queden en sus casas.
Por tanto, el éxito de la convocatoria de Bilbao está en el aire, salvo que los ilegales decidan ahora no asistir, o si asisten sin condenar la violencia terrorista, corren incluso el riesgo de que los expulsen de la marcha.
La manifestación convocada en Madrid tiene, aparentemente, menos variables en el aire, pero tendrá unas consecuencias de tanto o más alcance que la Bilbao. Recordamos todos que los dirigentes del PP habían decidido no apoyarla porque no incluía la palabra “libertad”, sobre la cual se ha estado debatiendo en las últimas veinticuatro horas. Por ello, no sólo los dirigentes del partido, sino también todas las terminales mediáticas de los conservadores han inundado los medios con todo tipo de tesis sobre lo que significa “libertad”, planteando la cuestión como una cuestión necesaria para que los populares respalden la convocatoria; al mismo tiempo, se alarman por lo incomprensible que les resulta que los convocantes se resistan a introducir la palabra “libertad” en el lema de la manifestación.
Por todo ello, los convocantes de esta manifestación se han reunido para tratar el tema, acordando cambiar el lema, accediendo a las solicitudes hechas por el PP, para facilitar su participación en la marcha. El lema ha quedado así “Por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo”.
Como respuesta a este gesto de buena voluntad, haciendo lo posible para que la famosa unidad democrática frente al terrorismo sea un hecho, el PP ha sacado un comunicado oficial ratificando que se sigue manteniendo en la postura inicial de o respaldar la manifestación que los sindicatos y asociaciones de ecuatorianos han convocado.
Esta vez, incluso, van mucho más lejos, solicitando que se desconvoquen ambas manifestaciones por la ambigüedad y confusión reinante entorno a los lemas de las mismas. Además, recalca el comunicado que lo único importante en este momento es fijar una política clara para derrotar a los terroristas.
En esta línea, el Presidente del Partido Popular, el Sr. Rajoy, vuelve a manifestar que no lo tiene claro, es la tercera vez en poco tiempo que pone este motivo para no compartir una propuesta que se le hace. Ahora insiste en que no tiene claro aún el fondo de esta convocatoria.
Es evidente, ya no se le escapa a nadie, que el Partido Popular se ríe en la cara del Gobierno, en la de los convocantes de la manifestación de Madrid y en la de toda la ciudadanía de este país que anhela la unidad de los demócratas frente al terrorismo. Así mismo, es claro que la estrategia del PP es confundir para luego denunciar la confusión, es dividir para luego denunciar la división, es estar a la espera de que se cometa un desliz para caer con toda violencia sobre quien lo comete.
Si el PP insiste en no ir a la manifestación, está cometiendo un gravísimo error, que lo desacredita totalmente, y que lo coloca muy cerca de uno de los extremos de la política nacional. Y ello, además de la pérdida de credibilidad en un asunto tan grave como el del terrorismo, le acarreará serias consecuencias en las próximas elecciones.
Al final, con esta nueva carta que los populares ponen boca arriba, se confirma que son los halcones quienes controlan el puente de mando del partido, en perfecta sintonía con sus terminales mediáticos. Por ello, continuarán en esta dinámica de crisparlo todo porque es la estrategia que ya les dio resultado y es la que han decido poner en marcha en esta nueva legislatura. Y ya lo veremos, sea cual sea el tema que se debata, continuaremos sufriendo la crispación y luego la denunciarán.
Así, la polémica continuará hasta el momento en que arranque la manifestación de Bilbao, puesto que el PSE, que comunicó que no asistiría una vez que lo ilegales convocaban a sus simpatizantes a dicha manifestación, se muestran dispuestos a no compartir la calle con quienes no condenan el terrorismo. En la misma línea se ha manifestado el Lehendakari, quien se ha dirigido a los ilegales para advertirles de que si no están dispuestos a condenar la violencia terrorista, entonces es mejor que se queden en sus casas.
Por tanto, el éxito de la convocatoria de Bilbao está en el aire, salvo que los ilegales decidan ahora no asistir, o si asisten sin condenar la violencia terrorista, corren incluso el riesgo de que los expulsen de la marcha.
La manifestación convocada en Madrid tiene, aparentemente, menos variables en el aire, pero tendrá unas consecuencias de tanto o más alcance que la Bilbao. Recordamos todos que los dirigentes del PP habían decidido no apoyarla porque no incluía la palabra “libertad”, sobre la cual se ha estado debatiendo en las últimas veinticuatro horas. Por ello, no sólo los dirigentes del partido, sino también todas las terminales mediáticas de los conservadores han inundado los medios con todo tipo de tesis sobre lo que significa “libertad”, planteando la cuestión como una cuestión necesaria para que los populares respalden la convocatoria; al mismo tiempo, se alarman por lo incomprensible que les resulta que los convocantes se resistan a introducir la palabra “libertad” en el lema de la manifestación.
Por todo ello, los convocantes de esta manifestación se han reunido para tratar el tema, acordando cambiar el lema, accediendo a las solicitudes hechas por el PP, para facilitar su participación en la marcha. El lema ha quedado así “Por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo”.
Como respuesta a este gesto de buena voluntad, haciendo lo posible para que la famosa unidad democrática frente al terrorismo sea un hecho, el PP ha sacado un comunicado oficial ratificando que se sigue manteniendo en la postura inicial de o respaldar la manifestación que los sindicatos y asociaciones de ecuatorianos han convocado.
Esta vez, incluso, van mucho más lejos, solicitando que se desconvoquen ambas manifestaciones por la ambigüedad y confusión reinante entorno a los lemas de las mismas. Además, recalca el comunicado que lo único importante en este momento es fijar una política clara para derrotar a los terroristas.
En esta línea, el Presidente del Partido Popular, el Sr. Rajoy, vuelve a manifestar que no lo tiene claro, es la tercera vez en poco tiempo que pone este motivo para no compartir una propuesta que se le hace. Ahora insiste en que no tiene claro aún el fondo de esta convocatoria.
Es evidente, ya no se le escapa a nadie, que el Partido Popular se ríe en la cara del Gobierno, en la de los convocantes de la manifestación de Madrid y en la de toda la ciudadanía de este país que anhela la unidad de los demócratas frente al terrorismo. Así mismo, es claro que la estrategia del PP es confundir para luego denunciar la confusión, es dividir para luego denunciar la división, es estar a la espera de que se cometa un desliz para caer con toda violencia sobre quien lo comete.
Si el PP insiste en no ir a la manifestación, está cometiendo un gravísimo error, que lo desacredita totalmente, y que lo coloca muy cerca de uno de los extremos de la política nacional. Y ello, además de la pérdida de credibilidad en un asunto tan grave como el del terrorismo, le acarreará serias consecuencias en las próximas elecciones.
Al final, con esta nueva carta que los populares ponen boca arriba, se confirma que son los halcones quienes controlan el puente de mando del partido, en perfecta sintonía con sus terminales mediáticos. Por ello, continuarán en esta dinámica de crisparlo todo porque es la estrategia que ya les dio resultado y es la que han decido poner en marcha en esta nueva legislatura. Y ya lo veremos, sea cual sea el tema que se debata, continuaremos sufriendo la crispación y luego la denunciarán.
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