LA GUERRA DE LAS MANIFESTACIONES
El penúltimo campo de batalla entre los partidos políticos democráticos se ha trasladado a la calle, al enfrentamiento suscitado ante las manifestaciones convocadas después del atentado del treinta de diciembre en Barajas.
Como sabemos, hay dos manifestaciones convocadas para el sábado, una en Bilbao y otra en Madrid. La de Bilbao ha sido convocada, de manera unilateral, por el Lehendakari, con un lema ambiguo: “Por la paz y el diálogo”.
El PSE dijo que aún estando en desacuerdo con el lema asistirían, porque es mejor sumar en el lado de los demócratas, para estar frente a los violentos, que restar, pero aseguraron que si los de Batasuna asistían a la convocatoria, entonces el PSE no lo haría.
Los de Batasuna acaban de comunicar en rueda de prensa que asistirán a la convocatoria del Lehendakari, así han traslado la pelota al tejado del Gobierno Vasco, que se verán obligados a cambiar el lema y hacerlo más explícito o se verán solos en la manifestación al lado de quienes no han condenado nunca la violencia terrorista.
En esta situación se encuentra el Lehendakari por no ser claro, o por ser tan claro, que nunca se sabe. Así que puede estar cometiendo el error de dividir a los demócratas y verse al lado de quienes no condenan la violencia, de modo que el Presidente del Gobierno Vasco está tardando, está en Madrid en la conferencia de Presidentes autonómicos, en aceptar las sugerencias del resto de los partidos democráticos y consensuar un lema que obligue a los violentos a condenar la violencia o a no asistir. De lo contrario, tendrá que asumir su error, no sólo en relación a los demás partidos democráticos, sino también en el seno del propio PNV, puesto que el Sr. Imaz dijo ayer que si los violentos asistía a la manifestación, entonces quienes tuvieran responsabilidades institucionales deberían actuar.
La manifestación de Madrid ha sido convocada por CC. OO., UGT y La Federación de Asociaciones Ecuatorianas en España, bajo el lema: “Por la paz y contra el terrorismo”, que ya ha sido secundada por un gran número de asociaciones de diversa índole.
Lo más destacado de esta convocatoria, y que está generando toda la polémica y, además, pone de relieve la división de los partidos democráticos (el PP a un lado y el resto al otro), es que también en este caso el PSOE ha dicho que asistirá, igualmente el Gobierno también la apoya, mientras que el PP y la AVT han decidido no respaldarla.
El Partido Popular alega que no asiste porque no han incluido en el lema la palabra “libertad”, mientas que la AVT dice que no va porque es una manifestación “partidista” y busca “dar apoyos encubiertos a la negociación con los asesinos”.
Es evidente que los dos se equivocan, porque el lema “Por la paz y contra el terrorismo” no debe se obstáculo suficiente para que un partido como el PP no la secunde, lo que demuestra que el terrorismo no es ahora mismo un asunto de Estado en cuya solución el PP se sienta obligado a participar. La prioridad que ahora tienen los populares es seguir ahogando al Presidente del Gobierno, su presidente, como les gusta recordar en determinadas ocasiones, aunque para poder ahogarlo sea necesario caer en esta esquizofrenia irresponsable en la que están.
Lo de la AVT no es sino lo mismo, pero un poco más acentuado. Están instalados en un discurso ultraconservador, peligroso, que ha facilitado incluso que vuelvan a aparecer en las manifestaciones que ellos convocan las banderas preconstitucionales, sin que se hayan desmarcado de las mismas.
Es evidente que el tema del terrorismo está siendo el núcleo del debate político durante toda esta legislatura, desde el día 15 de marzo de 2.004 hasta la fecha, y así continuará hasta el final de la misma. El Partido Popular y todos sus afines siempre han procurado hacer titulares, cada día, para establecer alguna relación entre el PSOE y la banda terrorista. En la primera parte de la legislatura han conseguido hacer oposición por sus insinuaciones respecto a la relación entre el atentado del once de marzo y la banda terrorista, en la segunda parte, la oposición al Gobierno se está centrando en el proceso de paz que se abrió.
Por tanto, esto, la unidad de los demócratas, ya no tiene solución hasta la próxima legislatura, puesto que ha quedado claro que desde el primer día se ha hecho oposición con este tema aunque para ello haya sido necesario formular todo tipo de especulaciones y de falsas noticias, en las que los medios afines han jugado, y siguen jugando un papel clave.
En cualquier caso, el sábado y el lunes van a ser dos días claves. El sábado será determinante el éxito que pueda tener la manifestación de Madrid, mucho más determinante que la de Bilbao; y el lunes lo será porque va a ser el Presidente, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, quien incline la balanza. De modo que si tiene una comparecencia acertada, clara y rotunda, la oposición del PP perderá efectividad, si no es así, y no reacciona rápidamente, puede incluso perder las elecciones, a pesar de la agenda social desarrollada, la ampliación de derechos a la ciudadanía, la buena marcha de la economía, etc.
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